VICTORIA
—Madre, tengo curiosidad porque no nos dijiste nada de lo que estabas pasando.
Una pregunta que siempre quise evitar responder; después de todo, se trata de mi hijo, de Dimitri, que aunque no nació de mi vientre, sí lo hizo en mi corazón, Ver su carita de expectativa, saber que tan pequeño padeció por tantas cosas, lo de sus padres biológicos y después lo que tuvo que pasar con mi enfermedad.
—Por miedo, cariño, quería protegerlos y no me di cuenta de que los iba a lastimar aún más con mis decisiones. ¿Me perdonas?
No dice nada y me abraza, sujetándose de mi cintura; es como su respuesta silenciosa, Por un momento se queda callado y eso me alegra.
—Mami, lo bueno es que estás aquí, con nosotros, y si te pasaba algo, íbamos a volver a sentirnos solos.
Acaricio su cabello y beso su cien, Mi niño grande, no tiene idea de que tanto Bastián, sus hermanos y él me dieron la fuerza para seguir, para no rendirme; fueron, como dice la canción, mi motor y motivo.
…
—¿Cómo te sie