Mundo ficciónIniciar sesión(POV Lola)
La puerta se cerró detrás de mí con un golpe seco. El sonido rebotó en mi pecho como una sentencia. La suite olía a caro: madera pulida, whisky recién servido, y ese perfume que conocía, aunque mi cabeza jurara que no… el de Javier.
—Mila… —susurró, y se acercó sin titubear, como si nunca hubiéramos estado separados.
Quise corregirlo. Decirle que no era ella. Pero no lo hice. No todavía.
Sentí su mano en mi rostro, el roce fuerte de sus dedos. Me jaló contra su pecho y me besó sin darme opción. Era un beso de posesión, de esos que arrancaban el aire, y en ese instante entendí lo que Mila había sufrido: esa sensación de ser tomada como un trofeo, no como una persona.
—Sabía que volverías. Siemp







