El café "El Rincón Tranquilo" era un santuario de aromas a café recién molido y el suave murmullo de conversaciones distantes. Pequeñas mesas de madera oscura y sillas de mimbre se esparcían por el espacio, con plantas colgantes que creaban una atmósfera íntima. Para Kang Ji-woo, sin embargo, el aire estaba cargado de una tensión que superaba cualquier otra sensación.
Llegó quince minutos antes, eligiendo una mesa discreta al fondo, cerca de una ventana que daba a una calle adoquinada. Su corazón latía con fuerza, un tamborileo incesante contra sus costillas. Se había vestido con sencillez, jeans y una blusa suelta, intentando proyectar una calma que no sentía. Cada vez que la campana de la puerta sonaba, su mirada se disparaba, una mezcla de aprensión y una curiosidad innegable.
A las 3:00 PM en punto, la campana volvió a sonar. Y ahí estaba él.
Lee Jae-hyun.
No llevaba su impecable traje de CEO. Optó por unos pantalones oscuros, una camisa de lino gris y una chaqueta casual, pero in