Después del tenso encuentro en "El Rincón Tranquilo", Lee Jae-hyun se sintió extrañamente ligero, a pesar de la ausencia de un perdón inmediato. Había hablado su verdad, y ella había escuchado. No había huido. No lo había despedido. Eso, para él, era un inicio. Ahora, la tarea más difícil: reconstruir la confianza, no con promesas vacías, sino con acciones tangibles que demostraran su sinceridad y su respeto por ella.
Lo primero que hizo Jae-hyun fue desplegar su formidable red de contactos, no para beneficios corporativos, sino para un objetivo mucho más personal. Necesitaba saberlo todo sobre el nuevo emprendimiento de Kang Ji-woo. Encontró el nombre de su pequeño estudio, "Tejidos del Alma", y se sumergió en cada detalle que pudo conseguir: sus diseños iniciales, los desafíos que enfrentaba para conseguir materiales de calidad, sus aspiraciones de un mercado más amplio.
Se dio cuenta de que Ji-woo estaba luchando, como cualquier emprendedor novato. Los proveedores eran reacios a da