El niño asiente y los dos gatean hasta la parte de atrás del auto que el niño abre con rapidez. Caterina, sin perder tiempo, estira sus brazos, lo máximo que puede para poder sostenerse del vehículo, y el niño la ayuda empujándola de los muslos, hasta que su cuerpo cae en el piso del baúl con un golpe sordo.
El niño lo cierra enseguida y ella empieza a respirar con fuerza y a sentir palpitaciones en sus sienes; hace demasiado calor, el espacio es demasiado reducido y está muy oscuro. De inmediato su fobia se activa y piensa que va a morir.
Empieza a hiperventilar en el momento en el que el auto se mueve, desea gritar y golpear con fuerza para que puedan sacarla del baúl, pero sabe que no puede hacerlo; desesperada, intenta desatarse el nudo de las manos.
El niño, que ha entrado al auto a toda velocidad antes de que su nana descubra que ha salido, observa por la ventana c&oa