Caterina escucha un ruido al lado en la habitación y se apresura a salir de la bañera, toma un albornoz blanco con el cual cubre todo su cuerpo. Es de Rocco y ella lo adora por lo grande y lo abrigada que la hace sentir, ahora que está empezando a bajar la temperatura.
Entra en la habitación y descubre a Salvatore quitando los zapatos de Rocco que se encuentra boca arriba sobre la cama con los brazos y piernas extendidas.
¡Joder!
—¿Qué está pasando aquí? ¿Está ebrio? —Caterina se acerca. El cuerpo de Salvatore se ha vuelto tenso, pero no dice nada.
Ella observa a Rocco, parece inconsciente, pero no puede haber bebido tanto en tan poco tiempo. Rebecca estuvo hablando con ella algunos minutos, después de haberse deshecho del olor de su perfume en su cuerpo, y luego se fue alegando que debía descansar y Caterina se dio un baño, aunque estaba segura de que no había pasado tanto tiempo.
—¿Cómo puede estar en este estado en tan poco