El tiempo pasa con lentitud y Luca los observa a todos sintiendo un gran peso en su alma; se vuelve a mirar a Steven, que de igual manera frunce el ceño. Don Alfredo, el tío de Rocco se acerca caminando con suavidad por el pasillo. Salvatore se pone de pie y trata de mostrarse fuerte.
—Le he fallado, señor —anuncia y todos se vuelven a mirar al señor Alfredo. —No pude protegerlo, señor. Lo siento mucho. —Luca se debate entre contarle la verdad a su amigo y compañero, tranquilizándolo, o callarse y respetar el deseo de su jefe.
—Estoy seguro de que hiciste todo lo que estaba en tus manos, Salvatore. No te culpabilices por algo que es responsabilidad de un hombre deshonesto.
Uno de los policías encargados del caso se acerca y pide a la familia acompañarlo para el reconocimiento del cuerpo de Rocco; Luca baja la mirada y Caterina se pone de pie de inmediato.
—¿A dónde crees que vas? —dice Isabella en un tono frío.
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