Mundo ficciónIniciar sesiónAlgunas horas antes
Caterina observa a Rita desde el auto, el dolor en el brazo se está volviendo insoportable y tiene miedo de no poder conducir o desmayarse en cualquier momento; la mirada de Rita es penetrante, intensa y un escalofrío se apodera del cuerpo de Caterina.
—Sabía que no eras alguien de confiar — dice Rita y Caterina con mucha dificultad abre la puerta del auto y sale de él, sosteniendo su yeso.
—Rita, por favor, déjame ir, tendrás el camino libre para estar con Gianluca como siempre lo has querido. — Por dentro, ella se carcome por tener que rogarle a Rita, pero aunque tenga que arrodillarse, llegará hasta ese helicóptero.







