Mundo de ficçãoIniciar sessãoCaterina gime, un poco incómoda, a pesar de la húmeda que siente. Rocco espera un segundo, posa su frente contra la suya y deposita un suave beso contra sus labios, que a ella le sabe a él y a ella, mientras que el pene de Rocco se pierde en la caloricidad y humedad de Caterina.
—Perdóname por ser tan brusco —murmura Rocco y acaricia el cabello de Caterina.
—Me encanta que lo seas, lo extrañaba — dice ella y Rocco enseguida pierde el control.
Tira de su cabello y la gira con fuerza. Caterina se sube en su regazo y apoya sus manos contra el pecho de Rocco que cierra una de las suyas en el mentón de Caterina, forzándola a mirarlo de frente, con intensidad.
Cater






