El Círculo no se calmó por horas.

Después de que arrastraron a Lysandra—inconsciente, despojada de poder, apenas reconocible como la mujer que había entrado—el Consejo explotó en debate. Algunos Alfas exigían su ejecución inmediata. Otros querían interrogarla más a fondo. Unos pocos, los más pragmáticos, señalaban que matarla podría alertar al aquelarre de manera que no podríamos predecir.

Al final, fue Fenrir quien propuso la solución.

—Exilio permanente. Marcada como enemiga de todas las manadas. Si es vista en cualquier territorio, puede ser ejecutada a discreción. Pero no la matamos aquí. No hasta que entendamos completamente cuánto del aquelarre está tejido en nuestros territorios.

La votación fue casi unánime. Solo tres Alfas se abstuvieron, incluyendo a Kaelen.

Observé c&o