C65-MI REINA.
C65-MI REINA.
Stefan se apartó solo lo necesario y sin dejar de mirarla, su mano grande se deslizó por su propia polla. Camille lo observó con las pupilas dilatados, ahora el miedo asomando entre la excitación.
—Stefan… —su voz sonó frágil—. Eso no va a caber.
Él sonrió y le dio un beso rápido pero intenso en los labios, como para calmarla. Y luego agarró sus muslos y los abrió más, colocándose entre ellos.
—Va a doler —reconoció, la voz grave pero suave—. Pero iremos lento. Tan lento como necesites.
Ella asintió, tragando saliva y Stefan le dio otro beso, esta vez más largo, antes de alinearse contra su entrada. La punta de su polla rozó su humedad, presionando apenas.
Camille cerró los ojos, conteniendo el aire y el empujó, despacio, sintiendo cómo su cuerpo virgen se resistía antes de ceder un poco.
—Relájate, belleza —murmuró, mientras su pulgar encontraba su clítoris, acariciándolo con suavidad. ―Necesitas confiar en mí.
Ella gimió, mientras corrientes de placer se mezclaban con e