El CEO Mendoza se quedó en silencio por unos momentos, era verdad, era culpable. Se había callado algo que sabía que era muy importante para su mejor amigo.
— ¿Qué esperas, Rafael? No te quedes callado, ¿Dime si sabías que Angelic estaba embarazada, y que todo esté tiempo ha estado en cama por reposo absoluto?
— No... Estás entendiendo mal las cosas Dimitrir, Rafael no te ocultaría una noticia así, ¿Cierto Rafael? Díselo, aclara está situación. — El apuesto y entrajado CEO de ojos azules, trataba de mediar las cosas.
— No puedo mentir, saben que no soy un hombre que miente. Tengo que decir que sí, lo sabía desde hace tiempo, esa noche que Angelic te citó a cenar para tratar de convencerte de que no le dificultaras las cosas con los permisos que necesitaba para comenzar ese proyecto que era muy importante para su compañía...
— ¡¿Qué, que pasó esa noche?!
— ¡Pues que la presionaste demasiado, ella se comenzó a sentir mal, le dolía el vientre, y el médico le mandó reposo en