Un ex esposo intimidando a su ex mujer.
El CEO Darkok estaba intimidando a la bella arquitecta, su frío y apuesto rostro aunque estaba golpeado, era como el de un demonio que quería devorarla completa.
— No tienes derecho de reclamarme nada, ¿Con que cara lo haces? Además lo que yo haga no debería de importarte, tú estás en una relación pública ahora con esa rubia socialité, por cierto te felicito, ella es muy sensual, y... sociable. — Recalcaba la bella pelinegra, y es que no había nada más que decir de la nueva novia de su ex marido.
— Acepto tus felicitaciones, Giorgiana nunca se atrevería a engañarme. Algunas veces las apariencias engañan. Cómo tú por ejemplo, quien te viera con ese porte de princesa y tan propia, pero resultaste ser una gran zorra que después de bajarse de mi cama, saltaba a la cama del imbécil de De Russie.
"¡¡Splash!!"
La joven arquitecta había abofeteado a su ex marido, él la había llevado a su límite.
El empresario se llevó la mano a la mejilla, le ardía, pero le ardía más su orgullo.