Un cliente nuevo para la arquitecta.
El CEO Darkok había llegado a su compañía después de dejar a su esposa en la suya, de muy mal humor, ella se había negado a ir con él a las cabañas.
El hombre entró a su oficina y dejó su portafolio de un solo golpe en su escritorio.
— ¿Qué le pasa CEO Darkok? ¿Tuvo diferencias con algún socio?
— No, ¿Quién se atrevería a contradecirme? Quién más que mi esposa, ella no quiere ir a unas cabañas conmigo a pasar un fin de semana, si no llevamos a Vladimir.
— ¿Y que tiene eso de malo? Usted quiere mucho a su hijo, tienen una buena relación, llevarlo con ustedes suena divertido..
— ¡Ahhhgrr, no, no suena divertido, no iríamos de vacaciones, mi esposa no entiende que iríamos a pasar tiempo a solas juntos, ya después podríamos organizar un viaje junto a nuestro hijo!
— Oh, siendo así... que pena que la señora Darkok no quiera ir sola con usted a ese viaje. Quizás piense que sería más divertido si el niño va.
Al CEO no le cayeron nada bien las palabras de su asistente, eso q