Un atractivo hombre, una hermosa mujer.
Con movimientos elegantes el hombre se dió la vuelta, su mirada verde olivo era misteriosa y penetrante, se tomó unos momentos para responder.
— Buenos días Arquitecta Diamich, soy el CEO Sasha Salvatierra estoy aquí por qué quiero que sea usted quien diseñe el interior, y el exterior de mi compañía, pienso mudarme aquí y establecerme en Rusia. Y me han dicho que usted es la mejor en diseños y que tiene una creatividad asombrosa e impresionante.
— Me halaga señor Salvatierra, que piense en mi para lo que será el diseño de su compañía es muy importante para mí, de hecho acabo de terminar un proyecto muy importante con la ciudad.
— Lo sé, sus obras son de primer mundo, modernas y funcionales, eso es lo que más llamó mi atención de su trabajo, quiero algo elegante, y que al mismo tiempo sea muy funcional, algo que destaque, que cada día que mis trabajadores se presenten a hacer sus labores diarias, se sientan afortunados y especiales de pertenecer a la compañía Salvatierra.
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