Un CEO salvaje. Guardando secretos.
Esa tarde noche el CEO Mendoza volvió a su hogar bastante golpeado, sus pequeños diablillos que ya lo esperaban en la sala de estar, se le quedaban viendo fijamente.
Su padre tenía algo extraño en el rostro. El empresario tenía dos puntos en la ceja, un ojo aviolatado por el golpe y un labio roto.
— Rafael... ¿Pero que te pasó? — Emma se acercó para ver más de cerca el atractivo rostro de su esposo. Ella se preocupó de inmediato. — Habla Rafael, ¡¿Quién te hizo esto?!
— No es nada, me lo merecía por callarme algo tan importante para un amigo.
— Hablas de Dimitrir Darkok, ¿Cierto? ¡Ese salvaje, mira lo que le hizo a mi amado esposo! ¿Por qué pelearon? Ustedes son amigos de muchos años, ¿Acaso se volvió loco?
— Dimitrir vió a Angelic en una reunión hoy, obviamente que se no está tan ciego como para no darse cuenta que está embarazada.
— ¡Por dios, ya la vió!— La bella pelirroja se llevo una mano a los labios. — ¡Ese torturador va a hacerle la vida imposible a Angy!...