Quiero matarlos a todos.
Al final se pusieron en marcha, el CEO que se creía intocable, se daba cuenta de que no lo era tanto. El niño lloraba porque no estaba acostumbrado a que nadie le hablara fuerte, sentía que había autoridad ahí, y eso antes no lo había sentido.
En poco tiempo estuvieron en la compañía Lombardi. El comando los hizo bajar.
— Dónde corras te vuelo la cabeza a ti y a tu bastardo, ¿Escuchaste? Ahora Andando.
De otros dos coches que también llegaban, dos niños más fueron llevados a la compañía, sus choferes personales los habían traído desde sus villas.
— Ahhhsss, no entiendo que es lo que quieren, estaba muy agusto jugando videojuegos en casa.
— Jóven Tadeo, su padre pidió que lo trajera aquí, debe ser obediente con él.
— Mira, Morris está allá con su padre... Entró al edificio, vamos, le preguntaré que hace aquí.
Mike estaba en la puerta esperando al CEO requerido y a los niños que decidieron traer de una vez.
— Aquí está el hombre que Lucien pidió, si les da problemas