Emma ha roto fuentes.
Cuando el niño Darkok llegó a su hogar, fue a su habitación a dejar su mochila, y después de lavarse las manos fue a ver a su madre, en sus manos llevaba la caja que la niña Marina le había dado.
— Papá, ¿Qué haces aquí? Pensé que todavía no salías de la compañía y que por eso no habías pasado por mi, ¿Te me olvidé? — Preguntaba el niño algo serio.
— Envié al chófer por ti porque Diane ha estado muy inquieta, no quiere dormir y está llorando mucho por ratos.
— ¿Esta enferma, o solo está haciendo berrinche?
— No sabemos, la voy a llevar al pediatra ya mismo, no hay tiempo que perder.
— ¡Espera Dimitrir, yo iré contigo, es mi niña, no puedo no ir al hospital!
Angelic se levantó lentamente, ella todavía tenía los puntos de la cesárea, y caminaba un poco encorvada por el dolor que sentía por la reciente cirugía.
— ¡Angelic, ni siquiera puedes caminar bien todavía, no estás en condiciones de levantarte de la cama, ya no me detengas, me estás quitando tiempo para llevar a la