Mientras que Dante estaba muriendo por dentro al saber lo que había hecho, Zaira estaba en la oficina con algo de trabajo acumulado, tenía dos proyectos con la empresa de su tío Arnold, aun no se habían podido reunir, pero ya habían hablado por teléfono sobre la campaña que a ambos les interesaba.

-¿Susana, Dante llegó ya?

-Aun no, me llamó Malcom, dice que el señor no vendrá hoy, que tiene su teléfono apagado, que trate de no preocuparlo mas de lo que ya está, no sé qué está pasando, es algo que nunca había sucedido en los años en los que he trabajado con el señor Fabbri.

Al escuchar a Susana, Zaira supo que algo andaba mal, marcó el móvil de Dante paro este estaba apagado.

Zaira le había contado a sus amigas que Dante y ella habían formalizado la relación y que este había hablado con su madre de lo mucho que la amaba.

-Buenos días, ¿puede por favor decirnos cuál es la oficina de Zaira Smith?

-¿De parte de quien señoritas? Preguntó Susana amablemente.

-Zaira, acá están dos chicas, di