UN HIJO.
Al día siguiente Zaira leyó el mensaje de Dante, ella se sentía un poco confundida con todo aquello.
Al llegar a la oficina, pensó que debía tener el valor para hablar con el hombre acerca de lo que estaba sucediendo, de lo que Gemma le había dicho en el elevador, si iban a luchar por el amor que sentían, lo lógico era que hablaran de frente y sin ningún secreto.
-Buenos días Susana, ¿Dante está en su oficina?
-No Zaira, el jefe salió, dijo que no sabía a qué hora volvía, iba a asuntos personales me dijo.
-Bien, gracias, dijo Zaira algo triste, ella necesitaba hablar con el hombre.
Lo que la chica no sabía es que el hombre estaba en uno de los laboratorios de Olivia Renoir con Gemma realizando un examen en donde él se podría dar cuenta de si era el padre del niño que esperaba Gemma o no.
El ingenuo hombre había acompañado a Gemma a un laboratorio en donde según él por la relación que había tenido con Olivia, se iban a comportar a la altura.
Dante salió de ese lugar bastante consternad