¿Me permites Zaira?, dijo Dante tomando la caja y sacando la hermosa cadena.
Él puso la cadena en el cuello de la chica, se acercó a su oído y en un susurro evitando que los demás escucharan le dijo “yo siempre consigo lo que quiero Zaira Smith y quiero otra noche contigo”.
La chica se volteó haciendo que con este movimiento los labios de ambos quedaran muy cerca, ella lo miró a los ojos y se separó de inmediato, Arnold y Dana observaban aquella escena.
-¿Mi princesa, nos vamos a casa? Dijo Arnold tomando a Zaira por el brazo, él sabía que Dante era un hombre que a ninguna mujer tomaba en serio, al punto que nunca se casó con Olivia Renoir después de tanto tiempo juntos, él no quería eso para su sobrina.
-Sí, vamos, dijo la chica tomando el brazo de su tío.
Dante no pudo evitar hacer un gesto de disgusto, Arnold había separado a Zaira de su lado, seguramente se había sentido celoso de él.
-¿Mi vida, que fue todo eso? Preguntó Arnold a Zaira.
-Ay tío, no sé, pero no quiero trabajar en la empresa de Dante Fabbri, te juro que estoy bien trabajando contigo, ¿hay problema con eso?
-¿Corazón, estás segura de que quieres perder una oportunidad como esta, recuerda que tu padre deseaba que trabajaras con él, de hecho iba a reunirse con el señor Fabbri para que te diera la oportunidad de hacer la practica en una de sus empresas, es un chico de veinticinco años, es toda una institución en desarrollo y economía a pesar de su corta edad?
-Sí mamá, estoy bien con el tío Arnold, Berat estará también en la empresa, así que aprenderé de los mejores, no necesito a Dante Fabbri vigilando lo que hago, papá lo entendería, de verdad no quiero a ese hombre cerca de mí.
-Tú decides mi vida, piénsalo un poco solamente, hablaremos nuevamente sobre este tema en una semana, tomate tu tiempo, dijo Dana a su hija con amor.
-Es mas toma mamá, guarda esto, no quiero andar colgando nada que me haya dado el gran Dante Fabbri, es un idiota que cree que con dinero consigue todo.
-No, Zaira, guárdalo, es un lindo presente y como dijo él, de una noche inolvidable.
El fin de semana, Berat cocinó algo de comida Turca e invitó a las chicas a un almuerzo, era un hombre espectacular en la cocina, la pasaron cerca de la piscina riendo y tomando algunos vinos, Arnold y Berat tenían una relación hermosa, Dana adoraba al hombre que hacía feliz a su mejor amigo.
-Bueno mi princesa, tenemos que hablar sobre lo que deseas hacer, Dana algo me comentó que no deseas trabajar con Dante Fabbri, ¿porqué?
-Tío, estoy bien trabajando contigo, no necesito un Dante Fabbri cerca de mí, me parece un tipo prepotente que piensa que todo se consigue con dinero.
-Zaira Smith, tu eres igual que tu madre y quien puede contra eso, tu sabes que en la empresa siempre serás bien recibida, al final será tuya, así que tu terminarás manejándola en algún momento, si no quieres aceptar la oportunidad que Fabbri te da, está bien, eres una chica adulta y muy lista, tú decides princesa.
-Gracias tío, dijo la chica abrazando fuertemente a Arnold.
-Arnold Stone, que fácil de convencer eres tú, de verdad que no te entiendo, tu siendo un CEO en empresas de publicidad, dejas que una niña de dieciocho años te convenza, santo cielo, donde quedó el hombre de temperamento firme, dijo Dana riendo.
-Solo mira los ojos de mi princesa, dijo Arnold haciendo reír a todos en la mesa.
-Yo sé que no debo opinar, pero Zaira, te he tomado mucho cariño en poco tiempo, así que te daré un consejo, trabajar con Arnold es muy bueno para cualquiera, pero tu eso lo tienes, el trabajar con Fabbri es algo que nadie que esté acabado de graduar puede darse el lujo de hacerlo.
Si tu trabajas en las empresas Fabbri, tendrás abierto un gran cartel a nivel mundial para trabajar donde tú quieras y con quien tú quieras, te daré un ejemplo, Olivia Renoir, quien fue la novia de Dante durante casi cinco años, tenía los contratos más costosos del medio, ella cobraba hasta un millón de dólares por salir luciendo un vestido, menos de cinco minutos en una pasarela cualquiera, era la novia de Dante, ahora si tu logras entrar a la empresa y logras convertirte en una gerente de un área, imagínate todo lo que puedes conseguir, tu eres una chica joven y hermosa Zaira, ve, haz la entrevista, unos días solamente, si te sientes incomoda o te hacemos falta, entonces vuelves con nosotros que te abrazaremos, dijo Berat dejando a todos en silencio.
-Ay Berat, que hombre más encantador eres, mi tío se ha ganado la lotería contigo, está bien, yo iré, haré la entrevista y si no me convence, volveré a ustedes.
Zaira hizo un clavado en la piscina, ella necesitaba hacer ejercicio botar un poco de energía.
-Gracias Berat, Aarón deseaba que mi princesa trabajara con Dante Fabbri, estoy segura de que ella no dejará pasar esa oportunidad.
Mientras Zaira nadaba, no salía de su cabeza el nombre Olivia Renoir, ¿quién era aquella mujer, sería la misma del restaurante, la mujer espectacular que tomaba a Dante Fabbri del brazo?
-Zai mi amor, nos vamos a casa, mañana hay un día interesante, yo comenzaré a pintar como antes y tu irás a trabajar con Dante Fabbri.
-Sí ma, vamos a casa, dijo la chica abrazando a Arnold y a Berat.
Chicos, nos vemos mañana, espero que me vaya bien con ese hombre tan desagradable.
-Vamos Zaira, eres inteligente, sabes que el consejo está bien; dijo Berat guiñándole un ojo a la chica quien sonrió dulcemente.
Rumbo a casa, mientras que conducía, Zaira guardaba silencio y Dana la observaba detenidamente.
-¿Te gusta mi amor?
-Ah, que ¿quién?
-Mi vida, yo te conozco como nadie en el mundo, a él no le eres indiferente, lo pude notar hoy, el collar que te regaló no vale un euro, es de la joyería “polvo de estrellas” ese collar puede valer casi dos millones de dólares, por el diamante que cuelga de ella.
Nadie le regala algo así a alguien que no es especial, ni siquiera Dante Fabbri, con todo su dinero.