El conde Pierre de Monkan, estaba listo, François estaba a su lado, pero sentía que todo su ser temblaba, la bestia dio algunos pasos en dirección hacia donde estaba el conde Pierre, que ya sabia que el lobo ya lo había olfateado, ahora es entre tú y, grito el conde con euforia al lobo,
qué resoplo con furor, ¿qué esperas volvió a gritar? He venido por ti, no demores tu muerte, la bestia cogió gran velocidad en dirección del conde, que al mismo tiempo corrió en para encontrarse con la bestia.
Los pasos y el tañido de las ramas de los árboles quebrándose en el piso, se oían, el conde Pierre de Monkan, se quedó paralizado por un instante de la bestia, sintió como si el tamaño del animal lo había anonadado, la bestia corría con una terrible ferocidad,
y antes de llegar hasta donde se había quedado el conde paralizado, la bestia dio un salto por los aires, con el propósito de embestir al conde, pero el conde, en el último instante, levanto su lanza, y le hirió uno de los costados de la b