SUPERSTICION.
El terror creció entre las aldeas del condado, muchos de aldeanos habían sido testigos de extraños eventos que alarmaron más la mayoría de las aldeas, que empezaron a notar que estaban solos, y que nadie, y ni los mismos dragones, querían tomar partido de aquella situación, que fue produciendo en las aldeas un leve sentimiento de odio contra las autoridades, y contra el mismo rey de Francia.
Supersticiones, apariciones, fantasmas, y hasta visiones con la bestia, y toda clase de encantamiento se oía de continuo en las aldeas, el terror era tanto que los padres ya no dejaban salir a los niños de sus casas en horas de la tarde, por el peligro de la bestia, tanto como por el peligro del señor del bosque, poco a poco la tensión sobre el lugar crecía, y nadie parecía tener una respuesta precisa, los dragones, se decía que estaban ya dos días.
Las noticias del afamado cazador, el conde de Monkan, solo había revuelto a las bestias, y ahora venían nuevas malas noticias, para algunos aldeanos,