LA TRAMPA.
El conde dragón y su amada Eliza se introdujeron en la cabaña, y se amaron hasta que Salió el alba, El conde dragón se vistió de prisa, y salió de la cabaña de Eliza, que yacía dormida en el piso de la cabaña, el conde subió a su caballo y se dio prisa a regresar a u mansión.
Dos horas más tarde, el conde dragón llego a su casa, dos hombres vestidos de negro, le esperaban ya en la entrada de su mansión, el conde dragón los miro,
y le hizo una seña que o siguieran hasta la sala de la mansión, los dos hombres entraron en la sala de la mansión, el conde y los dos hombres misteriosos se sentaron.
—tengo una misión para dos, dijo el conde,
—¿Cuál es esa misión su mi señor? Pregunto el hombre,
—es una cacería, necesito que eliminen una pieza que estorba en mi propósito, cuando lo hayas cazado, Dejad las huella como si un lobo salvaje los ha atacado, no comentan errores, dijo el conde con vos firme.
—dinos, ¿Quién se ha interpuesto en vuestro camino? Siguió el hombre,
—es mi soldado, Luis X,