EL SEÑOR DEL BOSQUE.
—Seguro te preguntarás ¿Por qué vine en busca de tu madre? Elisa le miro desconcertada, no esperaba que Didier le respondiese con una pregunta, ciertamente Didier hasta el momento no había revelado, por qué razón había ido a buscar a su madre, —¿Por qué has venido en los de mi madre? Insistió Elisa, que siguió mirándolo fijamente, —Didier se quedó mirando a Elisa por un instante.
—tú me la recuerdas totalmente, respondió, ella era tan hermosa, recuerdo cada día su mirada, su bello ser, y el brillo de sus ojos, era un dulce manantial verla en el amanecer, en nuestros días del bosque, salíamos a caminar a veces por las calles de París, casi siempre estábamos juntos en la ciudad, y yo realmente me enamoré de ella, pero jamás, ¡jamás! Fui capaz de decirle que la amaba.
Didier casi si quiebra delante de Elisa, que abrió los ojos maravillados. —yo la ame desde el ´primer día en que la vi, la ame con todo mi ser, pero nunca fui capaz de revelárselo, porque detrás de mí yace un profundo secre