«No puedes resistir a él. Pero sabes que es un problema.» Vanessa simplemente es... Vanessa. Atractiva, desobediente, impulsiva. Vanessa sabe que jugar con fuego tarde o temprano trae severas quemaduras, Jack es más que fuego ardiente y sensual. Fuego ardiente y sensual, sí, pero totalmente pillado por su prima la perfecta, elegante y egocéntrica Katia. Solo basta un encuentro para que las garras de la pasión alcancen sus cuerpos, una sola mirada para acariciar el pecado, tan solo una noche para que no haya vuelta atrás. Vanesa arde por Jack eh intentará cualquier cosa para alejarse de la tentación, pero eso no será nada fácil cuando cada palabra que sale de entre los labios del semental es un pase de entrada directo al pecado. La relación con su familia corre peligro, al igual que el bufet de abogados en el que el mismísimo diablo es jefe. Pero eso no les importará ya que no caer se tornará imposible. Que comiencen los juegos.
Leer másVanessa.
Las ocho en punto marcaba el reloj de su móvil cuando aparco el coche en la acera frente a un complejo de apartamentos para ricachones.Para muy mala suerte, Annette su tía, le había pedido entregar un documento importante a su hija, Katia.No soportaba a la estirada de su prima, desde que Vanessa quedo huérfana y sus tíos pasaron a ser tutores legales de ella, Katia había adquirido una enfermiza rivalidad. Todo tenía que hacerlo mejor, las calificaciones en el colegio, el círculo de amigos más grande, las fiestas más bonitas, absolutamente todo era una competencia.Vanessa pensaba que el tiempo se llevaría aquella estupidez consigo, comprobó que estaba equivocada a los dieciséis años. El chico del que se enamoró, y el cual fue su primer novio, se transformó en el detonante cuando una tarde los encontró teniendo sexo en su propia habitación. Desde ese día Katia se llevaba a la cama a cualquier chico que llamara el interés de su prima.A los dieciocho años heredando el dinero de sus padre decidió marcharse de la casa antes que la situación empeorará. Una semana después Katia había adquirido un apartamento más espacioso en una zona prestigiosa.Actitud que no le extraño para nada.«Bien Vanessa, respira, mantén la calma y aleja el espíritu homicida de tu cuerpo».Repitió su mantra mental tres veces adentrándose en el edifico.No miro mucho a su alrededor, el interés por las cosas lujosas no era su fuerte. Subiendo por el ascensor fue a parar a un extenso pasillo con puertas a los lados.Busco con la mirada el apartamento trescientos seis, lo encontró casi al final, resaltando los números en color negro sobre la madera blanca.Se armó de toda la paciencia que pudo antes de tocar el timbre, no obtuvo respuesta.Intento tres veces seguidas, hasta que unos suaves murmullos se escucharon del otro lado.«Que raro que no esté sola, seguro he cortado el polvo de una mega orgía de sádicos con fustas.»Rodo los ojos.Katia tenía un extraño fetichismo por pagar servicios sexuales, montaba fiestitas donde la droga y el alcohol circulaba como pan caliente, luego de embutirse toda la m****a posible en el organismo, venían los jueguitos, donde la única regla era «todos con todos», no sabía cómo su prima no se había pegado una enfermedad venérea aún.O si ya la tenía.El sonido de la puerta abriéndose la saco de sus cavilaciones, se imaginó a una Katia en paños menores y la típica expresión de «Me ha cortado un polvo de puta madre», se equivocó.Al alzar la mirada se encontró un pecho musculoso sin una sola porción de piel que no estuviese tatuada. Tuvo que inclinar la cabeza hacia atrás en un ángulo incómodo para poder apreciar las retinas esmeraldas juguetonas, con una pizca de diversión que hacía de sus orbes dos esferas que parecían sonreír.El tío era una montaña de musculosos, tatuajes, y ese aire de chico malo que la hizo casi babearse, estaba sólo con un bóxer negro que le iba de maravilla y un Marlboro a medio consumir en la comisura del labio.«Se ha lucido la cabrona, este semental vale cada centavo».Pensó, echándole una mirada de arriba hacia bajo sin disimular.Sintió un tirón en la parte baja de su vientre que se acentuó al divisar la sonrisa lobuna que este le dedicó al darse cuenta de su escrutinio.—¿El servicio de Striptease funciona a esta hora?, sorprendente. -Hablo cuando sus cuerdas vocales parecieron volver a la vida. —¿Se encuentra una pelirroja de pechuga falsa y labios prominentes?La sonrisa se ensancho, bailando sobre una boca de labios carnosos y rosados.«Vamos, coño. No es secreto de Estado que las tetas de mi prima son producto de largas horas en el quirófano y dos aros de plástico bajo la piel.»—¿Servicio de Striptease?, no sé de qué hablas, morena. Soy el novio de esa pelirroja. ¿Tú quién eres?—¿Morena?, ¿De dónde esa confianza, tío?, que yo sepa no te he visto en mi puñetera vida.Función el entrecejo pasando por alto la pregunta.El tipo frente a ella la repaso de pies a cabeza devolviéndole el gesto. Sintió que el recorrido que trazaron sus ojos fue acompañado por unas manos invisibles, calientes, que le encendieron la piel.—Puedo asegurar que es la primera vez que te veo. Un rostro y cuerpo como el tuyo no son fáciles de olvidar.Le regaló una sonrisa con aires de chulito, dándole una calada al cigarrillo bajo su cabeza expulsándole el humo en plena cara, un tenue aroma a menta la cubrió. Se quedó quieta sin hacer mueca alguna ante el velo que la rodeó por unos segundos.No fue difícil darse cuenta de que el tío cachas frente a ella poseía más ego que tatuajes, se podía entrever en la pose segura de su cuerpo semidesnudo en medio de un pasillo donde podía pasar cualquiera.—Espera... ¿Has dicho la palabra con «N» ?, hostia eso es nuevo. - Lo observo sin disimulo alguno nuevamente. El tío era digno miembro del club «Moja bragas». —Vaya...—¿Por qué esa carita de sorprendida?Ronroneo con un tono aterciopelado que le erizo la piel. Si era el novio de Katia, ¿Por qué parecía querer llevársela al huerto con sólo una mirada??—Lamentablemente la conozco desde que tengo memoria, no eres su tipo para una relación seria.Alzó una ceja cruzando los brazos debajo de su pecho. Mala idea.El tío bajo la mirada clavándola unos segundos allí, para luego volver a observarla fijamente, una lengua rosada y húmeda salió a recorrer sus labios, en un gesto sumamente erótico.—Muñeca, yo soy el tipo de todas.Comento, Vanessa pillo enseguida la clase de hombre que tenía frente a ella. Con más ego que centímetros de polla, odiaba a esos tipos.—No lo dudo. - bufo. —De todas las descerebradas. Con ese ego enorme no sé cómo logras entrar por la puerta. Ahora entiendo..., ambos se creen el ombligo del mundo, tal para cual. Vaya m****a, sí que eres su tipo.La mirada en los ojos del semental se oscureció, creando un ambiente denso donde la tensión sexual pululaba por el aire.Vanessa no tenía pelos en la lengua y eso le traía problemas. Muchas personas no se toman del todo bien que le digan un par de verdades en la cara.—Esa boca. - ronroneo—Interesante. La tierna gatita tiene garras. Quién lo diría...Contra todo pronóstico se empujó con el hombro anteriormente apoyado sobre el marco de madera quedando totalmente erguido, avanzó unos pasos saliendo del todo al pasillo, quedando a unos minúsculos centímetros de su cuerpo.Vanessa inclinó la cabeza en un ángulo doloroso para poder apreciar la mueca juguetona bailando sobre aquellos labios, no se amedrento, con el carácter digno de una guerrera le plantó cara a pesar de llevarle dos cabezas de estatura y estar prendiendo fuego su interior sin ponerle una mano encima.—Te voy a sacar un ojo en cuento no alejes tu asqueroso cuerpo de mi espacio personal. No quiero que me pegues un ETS. Dale esto a mi prima, con una creída me era suficiente, dos ya es mucho para mí.Furiosa estampó el documento anteriormente en sus manos contra el musculoso pecho de piedra, se dio la vuelta, pero una mano cálida y fuerte la detuvo asiéndola con delicadeza por la muñeca, miles de estallidos eléctricos la recorrieron desde el punto en contacto de las pieles hasta llegar al centro mismo de su ser.Se giro confundida ante tales sensaciones, el la estaba perforando con las retinas esmeraldas oscurecidas por un deseo que sintió en su propia piel.Aprovechando el momento de estupefacción que le robó la razón, dio un tirón a su brazo dejando su cuerpo pegado al de él, se sintió pequeña, abrumada por el calor antinatural que emanaba la piel tatuada.—Se me hace curioso, morena. Desde que te vi hace dos minutos me has puesto a mil. - el aliento cálido y mentolado chocó con sus labios. — Eres como una presa deliciosa, para un lobo como yo.Se quedó estancada lo único que pudo procesar fue el deseo arrollador envolviéndola en un mundo aparte.—¡Jack!, ¿Quién era, cariño?La voz de su prima fue el mejor choque para volverla a la cruda realidad.«Es el maldito novio de Katia y un egocéntrico calenturiento, ¿Que estás haciendo, Vane? ¡Reacciona!».Se alejó de su tacto como si quemara, y realmente lo hacía, dándole un empujón lo apartó de su cuerpo tembloroso.Intento tomar el control de sus emociones, fulminándolo con la mirada, aquellas retinas sonrientes de zorro astuto la hicieron cabrear el doble.—Que lobo ni que leches. Eres un cerdo libidinoso, la pareja de mi m*****a prima. Vuelve a tocarme y lo único que te quedará de lobo será la boca, porque los dientes te los haré tragar.Escupió con ácido cortando la conexión entre sus retinas se dispuso a marcharse con pasos furiosos.—Espero volver a verte, fiera. Recuerda, la carne es débil a las tentaciones. Tú y yo somos más que una tentación.No se dio la vuelta, no lo miro, enfadada consigo misma casi corrió por las escaleras, sin querer esperar el ascensor, deseaba salir de allí.«Sí claro, más que una tentación. Gabacho cabron, serás un cuerpo sin polla la próxima vez que me pongas un dedo encima.»Jack.No podía pensar en otra cosa que no fuera ella, ocupaba la mayor parte de su mente, en los momentos menos oportunos.Como este.La sala de conferencias se encontraba a rebosar de sus colegas y lo único que podía pensar era en la forma sensual de sus labios al moverse, como cada gesto de su mano, al explicar un punto, se volvia jodidamente caliente.Vanessa era…joder, un juego prohibido al que no debia acercarse, no sin perder la cordura en el proceso, y otras cosas más importantes.—Al parecer Leblanc pleneó asesinar a su madre, de alguna forma descubrió lo hondo que llegaron ustedes, las pruebas de la clínica serían lo suficientemente concisas para acusarlo por los asesinatos.Obligue mi mente a aclararse, prestar atención a la resolución de un juicio que se me escapaba de las manos, sin esperanza.Hasta que ella llegó a resolverlo todo, complicarlo todo…—¿Cómo supo de nuestros avances?, es imposible que en menos de veinticuatro horas la noticia se filtrara sin una fuente emis
Capítulo 1.3Vanessa.De más está decir que no durmió en toda la noche, dando vueltas en la cama, sin poder pensar en otra cosa que no fuera el tacto de su demonio personal.Ardía de deseo por él, se quemaba, y lo odiaba por ello. —Alguien no se ha levantado con el coro de los ángeles hoy.Fulmino a Nina con una mirada que no le hizo ni mella, la expresión juguetona de su amiga no la borraría ni un desastre natural.—Me alegra que alguien lleva su vida viento en popa.Le dio un sorbo al café, agradeciendo la cafeína a la que se había vuelto adicta, con el humor que se cargaba y sin su café, madre mía, que se aprontara el mundo para el apocalipsis.—La solución a todos tus problemas es algo llamado “Polvo” – Chasqueo la lengua. —Con el novio de tu prima, valga la redundancia.—Nina, cariño, déjame al menos saborear mi café sin querer estrangularte.La susodicha saqueo la lengua, pintandose las uñas de los pies de color rosa chillon. Vanessa frunció la nariz ante el olor de la bendita c
Capítulo 1.2Vanessa.Llegaron a la casa cuando el reloj marcaba las tres, solo de pensar que en cuatro horas tenia que estar en la oficina, viendo la cara del hombre por el que se sentia tracionada, no tenia ganas de despertar en un largo rato.Pero primero para despertar tenía que dormirse, cosa imposible. Su mente no le daba tregua pensando una y otra vez. Preguntandose el motivo por el que Jack se comporto de esa forma.Cuatro y veinticinco marcaban las agujas cuando sintió el timbre en su puerta. El corazón comenzó a latirle con rapidez. Espero varios segundos hasta que el sonido volvio a resonar por todo el apartamento.Se levanto con rapidez, encontrando a Nina en el pasillo con cara de dormida,一¿Quién carajos a estas horas?.Fue un susurro leve ante la insistencia de la persona del otro lado. Vanessa se encogió de hombros acercandose a la puerta para mirar por el pequeño orificio.Un rostro angelical, medianamente distorsionado por el angulo de la mirilla, la dejo tiesa en su
Capítulo 1.1 Vanessa. Se encontraba acostada en el lecho, después del cotorreo intenso que había llevado a cabo con Nina, estaba exhausta físicamente. Sin embargo, el cerebro suyo no paraba de funcionar sumiéndola en un insomnio contradictorio. Tenía los orbes clavados en la mesita de luz, donde las llaves de su coche parecían brillar en medio de la penumbra de la habitación. Si pudiera relatar el dilema interno, diría que en sus hombros una Vanessa Angelicál y Otra Demoníaca mantenían una discusión. La versión angelical ordenándole que durmiera de una m*****a vez y no hiciera nada imprudente. La versión demoníaca que agarrara las m*****as llaves y saliera cagando leches hacia la morada de la señora Leblanc. ¿Qué pretendía descubrir yendo al lugar?, ni ella misma lo sabía era más como un presentimiento. Dio mil vueltas en la cama hasta que no aguanto más la curiosidad, levantandole a hurtadillas, colocando un chándal viejo y una sudadera. Tomo las llaves del coche saliendo lo má
Capítulo 1.0 Vanessa. Al entrar a su casa Nina ya se encontraba allí, asesinando una rodaja de pizza con sus dientes., tenía la mirada perdida como si su peor enemigo se encontrara en el pedazo de masa, salsa y queso que se encontraba en sus manos. —¿Mal día? Sonrió, desparramándose en una de las sillas del comedor. Sintió el peso del mundo en sus hombros aplastándola. Necesitaba un baño rejuvenecedor junto con una tila para poder dormir en la noche. —De mierda. Los orbes de Nina se clavaron en ella, no tenían una gota de esa efervescencia que la caracterizaba. Vanessa decidió hacer de terapeuta, después de todo no sería la primera ni la última vez que adoptaba ese papel. —Cuéntame, ¿Quién ha sido el cacas que te trae con mal careto? Tomo un trozo de pizza entre los dedos, dándole un buen mordisco. Agradeciendo las grasas malas que seguramente querrían amoldarse en su vientre plano. —Hoy ha sido mi primer día como secretaria en la corporación inmobiliaria. — Gruño, dándole ot
Juegos Prohibidos. Capítulo 0.9 Vanessa. El resto del día se lo pasaron de casa en casa, interrogando a las familias. Recibiendo la misma respuesta que obtuvieron con los padres de Michelle; Un famosos centro Abortivo clandestino, donde una mujer joven les ofrecía otra opción con su embarazo a cambio de dinero y su silencio. Vanessa estaba simplemente conmocionada cuando salieron del último hogar, una parte de ella gritaba de alegría ya que tenían suficiente evidencia a la que aferrarse. Otra parte, sentía un dolor inmenso por aquellas jovencitas y la decisión que tuvieron que tomar guiadas por la pobreza. —¿Qué haremos ahora? El sol se estaba ocultando por el horizonte cuando entraron al coche de un Jack pensativo, pleno crepúsculo nocturno y la sombra de este parecía caer sobre el caso que tenían entre manos. —Ahora tendremos que avisarle a la policía, este caso tiene demasiadas cosas involucradas. La Señora Leblanc se enfrentará a varios años de prisión si lo que hemos aver
Último capítulo