Dak Ho:
Actualidad.
—Eso seria todo por hoy —me puse de pie—. Nos vemos en una semana.
Salí de la sala de juntas para dirigirme a mi oficina, dentro de ella estaba mi primo In Hu.
—¿Que haces aqui?
—Vine a darte noticias, el tío Ji Hoon no está bien de salud.
—¿Y?
—El abuelo quiere que vayas a verlo. Ya sabes como es el Dak Ho.
—Me importa una m****a ahora —me quite el saco y lo deje sobre el perchero, me senté en mi escritorio—, por mi se puede morir —empecé a mirar mi monitor.
—Oye —lo mire—, se que estas dolido con el, pero nadie tiene la culpa de que ella se haya muerto.
—Lárgate de mi oficina antes de que lo haga yo mismo —contesté tajante.
El solo alzo las manos y salió de mi oficina. Claro que si, todos tienen la culpa de que ella se haya muerto, pero aquí, el principal culpable era yo. Yo era el único culpable de que ella este muerta, ella y mis hijos.
Mañana se cumplen tres años desde que falleció, desde entonces mi vida se ha vuelto un completo infierno, cuando se fue del hospital sin decir nada, pase dias buscandola hasta que la encontraron, pero estaba muerta.
Me negaba a creer que era ella, pero sus pertenencias estaban ahí, dentro del auto. Había mandado a hacer análisis de ADN y si, resulto ser ella, con solo eso, mi mundo se me vino encima.
No hay un dia en que no pase pensando en ella, en que jamás tenía que haberla arriesgado tanto a este mundo en el que yo no puedo salir. Lo único que conservo de ella es una ecografía y una foto, es lo único que me queda de ella por que sus padres se llevaron todo.
Mi teléfono sonó así que conteste.
—¿Señor Kang? Hablamos de bar.
—¿Que sucedió esta vez?
—Es el señor Tanaka, tiene que venir por favor.
—Bien.
Me puse de pie y tomé el saco junto con las llaves, esto se había vuelto una maldita costumbre desde hace dos años. Salí de la empresa y subí a mi auto con la seguridad detrás de mí y conduje hacia el bar, de nuevo.
M****a.
No estoy para estas cosas.
Al llegar, lo primero que vi a fue Ryosuke pelearse con un hombre, estaba sin camisa y lleno de sangre. A grandes zancadas fui hasta el, empuje al hombre frente a el y le di un golpe al idiota este, luego lo levante.
—¿Que mierdas haces?
—Déjame terminar con el idiota...
El olor a alcohol salía de su boca, como pude lo saque del bar y ordené que limpiaran el desorden que habían dejado, lo subi con brusquedad al auto para yo hacer lo mismo, empecé a manejar hasta mi casa.
—Maldita sea Ryosuke ¿hasta cuando? ¿Hasta cuando seguirás haciendo esta m****a?
—Déjame en paz idiota —murmuro—, no eres mi maldita niñera.
—Pues claro que lo soy, llevo meses limpiando tus mierdas —chasquee la lengua—, estas demasiado grande para que haga esto.
—Jenn mañana cumple tres años de muerta —volvió a murmurar—. Mis.. Nuestros hijos estuviesen cumpliendo tres años.
No le respondí, solo seguí conduciendo hasta llegar a la casa. Al hacerlo, lo baje como pude ya que se estaba quedando dormido, además de que pesa como los mil demonios.
Poco a poco empecé a arrastrarlo hacia adentro mientras que el seguía hablando.
—Dejame morir ¿quieres? —me miro y sonrio— no sabes cuánto te odio.
—No digas babosadas Suke, estás borracho.
—Suéltame —se soltó de mi— No entiendo como tu sigues tu vida como si ella no hubiese existido —rió—, eres un hijo de puta.
—No sabes nada Suke.
—Claro que lo se... —se recargo de la pared y se deslizó sobre esta— tu seguiste trabajando, tienes una chica, te olvidaste de ella y te odio por ello.
Me agache a su altura, solté un suspiro.
—Claro que no la olvide Suke, aun sigo amando a Jenn ¿crees que no fue duro para mi? A mi me afecta tanto como a ti, solo que yo si lo pude aceptar... Jenn está muerta amigo, ya son tres años.
De los dos, a el fue quien le dolió la pérdida de Jenn, tanto que se refugia en el alcohol cada vez que puede, tanto fue su dolor que hace un año renunció a la Yakuza de forma definitiva, fue a Japón a hablar con el líder y este aceptó pero Suke debía renunciar a todo su dinero y sus pertenencias.
Se había quedado en la calle practicamente, asi que yo lo recogí y ahora vive conmigo, no nos llevamos bien por así decirlo. Ya que me odia por lo que paso con Jenn, pero al igual que yo, se siente culpable por haber arrastrado a Jenn a esto.
—Yo no lo puedo aceptar maldita sea. No puedo ¿como le digo a mi pecho que no me duela? Perdi a Jenn junto a mis hijos —soltó un quejido—, no puedo simplemente seguir con mi vida después de esto Dak Ho.
—Pero tienes que hacerlo amigo, ya no puedes seguir destruyendo tu vida de esa manera... Ya afronta de una vez que la perdiste, que la perdimos.
—Así lo acepte, te seguiré odiando.
—No te preocupes, ya me odio lo suficiente —lo ayudé a ponerse de pie—, date un baño y duerme, fue un dia pesado.
Lo lleve hacia arriba y lo deje en su habitación para que se diera un baño. Puede que yo lo haya aceptado mejor que el, pero en el fondo me siento destrozado de que ella no esté presente. A diario me duelen los recuerdos de su ausencia, su sonrisa, sus ojos oscuros. Todo, absolutamente todo me hace falta.
Pero debo ser realista, ella ya no está.
Mire mi teléfono, era una llamada de Corea.
—¿Si?
—Dak Ho ¿por que no has venido a ver a tu padre?
—Abuela —suspiré—, tengo demasiado trabajo pendiente, no puedo dejar la empresa ahora... ¿Es grave?
—No pero..
—Si no es grave, no iré.. ¿Como esta el abuelo?
—Tu abuelo esta bien, ya sabes como es el.
—Debo irme abuela, saludame a todos —colgué.
Desde hace tres años que deje de ver a mi abuelo, solo llama para preguntar que tal va todo, dice que se preocupa por mi, pero me da igual, desde que Jenn se fue, todo me da igual.
—Hola cariño.
—Summer ¿como entraste? —vino a mi para darme un beso.
—Pues, te llame y dejaste la puerta abierta —sonrió— ¿como estas? No luces nada bien —tomo mis mejillas, yo con cuidado quite sus manos.
—Estoy bien, no lo hagas ¿si? No tolero mucho el contacto físico.
—Dak Ho, llevamos meses juntos ¿por que no dejas que te toque?
—Simplemente no lo tolero, ya me acostumbrare a que me toques —me aparte un poco de ella— ¿quieres algo?
—No, solo... Quería verte.
—Lo lamento, no estoy en mi mejor dia.
—¿Es sobre Ryosuke?
—Si, volvió a emborracharse —solté un suspiro.
—No comprendo cómo es que lo sigues tolerando —se sentó en la isla de la cocina—, se la vive borracho y llamando a una mujer que está muerta ¿eso no te molesta?
—No —respondí en un tono duro—, no me molesta por que es mi amigo y me preocupo por el... No lo echaré a la calle Summer.
—No te estoy diciendo que lo hagas cariño, solo que.. Ya el debería superar a esa chica ¿no? Está muerta.
—Lo esta... —mire a la nada— Es duro para el superarla.
Mi cuerpo se tenso al sentir como ella me abrazo por la espalda.
—Mejor subamos a la habitación ¿si? Quiero quedarme contigo esta noche.
(...)
Mas tarde.
Corri lo mas que pude hacia el pasillo, nos habían llamado para decirnos que tenían noticias de Jenn, me sentía esperanzado, aquel día en que se formó ese alboroto en el hospital ella se fue dejándonos, ahora por fin había una pista sobre ella.
He pasado las últimas semanas buscando a Jenn por todos lados, no habia tenido exito hasta ahora.
—¿Son familiares?
—Si. Es mi prometida.
—Bueno, no le tenemos buenas noticias... Encontramos esto en un auto —el policia me entregó una bolsa, en ella había una identificación quemada.
La identificación era de Jenn, dentro de la misma había una tarjeta de crédito y billetes quemados.
—¿E-Ella, esta bien?
—Lo lamento señor Kang, pero la señorita Jenn está muerta, el auto en el que iba se quemó por completo con ella dentro.
—No, eso no es cierto...
—Se que es difícil señor Kang, lo lamento.
Escuche un fuerte "no" detrás de mi, Ryosuke estaba gritando como loco detras de mi, mientras que yo me estaba quebrando poco a poco por dentro.
Mis ojos se abrieron de golpe, estaba jadeando, había tenido otra vez ese sueño, el mismo de siempre, el de la noticia de su muerte. Mire el espejo sobre mi, Summer estaba abrazada a mi, con cuidado la aparte para ponerme de pie.
Aún no había amanecido, salí al balcón. La luna estaba alumbrada, me recargue sobre el barandal y el nudo en mi garganta se formo, ya eran tres malditos años sin ella y aun dolía como si hubiese sido ayer.
—Te extraño tanto Jenn —ahogué un sollozo.
No se a quien mierdas engaño, me duele igual que a el y estoy haciendo cosas que no quiero hacer, pero el dolor puede mas conmigo.
(...)
—¿En serio iras con el?
—Tengo que ir —le respondí mientras que me ponía la corbata—, esto es importante para los dos.
—¿Los dos? ¿Que tienes que ver tu con esa mujer?
—Todo —la mire—, esa mujer de la que hablas, fue el amor de mi vida... Estoy harto de fingir ante ti que no la conozco.
—Esto tiene que ser una broma Dak Ho.
—No lo es Summer —suspire—, la mujer por la que mi amigo llora y sufre, es la misma por la que sufro yo.. Lamento si no te lo dije.
—Esto es.. Dios —susurro.
—La amaba demasiado Summer —desvie la mirada—, la única mujer que he amado en mi vida y lo siento si te lo digo de esta forma, pero quiero ser honesto, ella murió y esperaba a mis hijos.
Ella soltó un fuerte jadeo, se tapo la boca con sus manos.
—¿P-Por que no me lo dijiste Dak Ho?
—Por que quería convencerme a mi mismo de que podía olvidarla, que el dolor pasaría si dejaba de hablar de ella, pero no lo es Summer, no es sencillo para mi desprenderme de la mujer que amo. Lo siento.
Iba a salir pero ella tomó mi brazo.
—Dak Ho, ahora estamos juntos... Ya no tienes por que pensar en ella.
—No me pidas eso —la mire y negué—, no me pidas que me olvide de ella, lamento si esto te molesta, puedes terminar conmigo si quieres, lo entenderé.
—No —se apresuró a decir—, lo entiendo... No quiero terminar Dak Ho, tu me importas demasiado.
No le respondí, solo le asentí. Ella me soltó con suavidad, yo salí de la habitación sintiéndome mal por ella, no entiendo por que quiere seguir a mi lado ni yo en el de ella, pero supongo que es para menguar la herida que tengo.
Ella no es una mala mujer, pero no creo ser merecedor de su amor o lo que sea que quiera brindarme. Después que regrese, terminare con ella, lo que estoy haciendo no es justo.
La conoci en mi peor momento, un año y medio después que perdí a Jenn, yo había tenido un pequeño accidente, pensaba en ella y me desvie del camino y choque con su auto, desde entonces entablamos una buena comunicación, sentí que me escuchaba o entendía, le dije que había perdido a alguien valioso, mas no le dije que era Jenn.
Hace meses me volvi loco y le pedí que fuera mi novia, fue una decision estupida, la más estúpida que pude haber tomado y no encontraba la manera de dejarla por que ella me trata bien además de que es demasiado paciente conmigo, es dulce y linda.
Pero no es Jenn, no es la mujer a la que amo.
Vi a Ryosuke salir de la casa, su rostro estaba un poco golpeado.
—¿Qué tal la resaca?
—No me jodas Dak Ho.
—Oye.. Se que es un mal dia —me miro—, para ambos lo es.
—¿Estas seguro de eso? —se acercó a mi— Por que tu mujercita está aquí, la acuestas en la cama en donde te cogias a Jenn. No me digas esas m****as de que es un dia malo para ambos, por que no te creo una m****a... Deja de joderme.
—Ya basta con eso —dije entre dientes— ¿crees que eres el único que sufre por esto?
—¿Sufres? —negó—, No bastardo, tu no sufres... Aquí el que sufre soy yo maldita sea, tu estas haciendo tu vida con otra mujer que no es la nuestra ¿como esperas que me sienta? Entiende que para mi, es dificil olvidar a mi mujer y a mis hijos.
Paso por mi lado y se subió a su auto, odiaba admitirlo pero el tiene razón, mientras que el sufría por Jenn, yo me refugie en mi mismo y en Summer que no ha sido más que buena persona conmigo.
Subí a mi auto para ir hacia el cementerio, desde que murió he ido cada mes y cada aniversario a verla. Aun me cuesta hacerlo por que sigue siendo duro para mi.
Fue difícil convencer a sus padres para que la dejaran aquí, puesto que la quieran llevar a Texas, así que los convencimos de que la dejaran aqui y asi fue.
Mientras conducía, pude escucharla.
—¿A donde iremos? —preguntó suavemente.
—Al cementerio —la mire—, allá estás con mis hijos.
—¿Me extrañas?
—No sabes cuanto nena —senti las lagrimas bajar por mi rostro—, perdóname por no haberte protegido lo suficiente.
—No es tu culpa...
Salí de mi ensoñación al escuchar las bocinas de los autos de atrás, seguí conduciendo hasta llegar al cementerio, estacione mi auto y vi el de Suke, al bajar compre un ramo de flores para ella. Tome aire y entre al lugar.
Camine por todo el cementerio hasta la tumba de Jenn, Ryosuke estaba sobre el césped recargado de la lápida, sollozaba sin control, en su mano libre tenía una botella de alcohol.
—Lo siento linda —lo escuche decir—, necesito saber si estas bien y que mis hijos estén bien —arrastraba las palabras—, te extraño, no hay dia en que no te extrañe.
Verlo en ese estado me ponía mal, por que no se que hacer para ayudarlo, por mas que lo quisiera era un dolor difícil de olvidar.
El dejo un beso sobre la lápida y como pudo se puso de pie, encendió un cigarrillo y le dio un trago a la botella.
—Ah, el bastardo traidor está aquí —me señalo—, tu no deberias estar aqui.
No le respondí, solo me acerque a la lápida, me puse de rodillas y deje las flores sobre la misma. En la lápida estaba la foto de Jenn en su graduación de la universidad, a su lado estaba la ecografía de nuestros hijos.
Por más que quisiera, las palabras no me salían. Era otro duro año para mi y Ryosuke, otro año sin ella y nuestros hijos.
—Te amo nena —susurré—, pase lo que pase, jamás te dejare de amar.
Me puse de pie, Ryosuke seguía tomando de aquella botella y terminó de fumarse ese cigarrillo.
—Suke, vamos.
—No pienso irme contigo a ningun lado —sonrio—, pienso quedarme aquí hasta que yo lo decida.
—Estas borracho, así no puedes conducir.
Fui hasta el para quitarle la botella, lo tome del brazo y lo guie hasta afuera, esto era algo normal en el desde hace tiempo, emborracharse hasta perder la cordura y a mi, me toca recoger sus desastres y ayudarlo.
Lo deje en la parte de atrás de mi auto, le llame a Park para que viniera por el auto al cementerio.
(...)
Después de la borrachera de Ryosuke, lo deje durmiendo en su habitación yo estaba en la cocina haciendo algo de comer para el. Me sentía demasiado cansado, pero mentalmente.
Nos hemos vuelto débiles y vulnerables.
Cuando hace tres años, queríamos al mundo a nuestros pies, ahora tanto el como yo, no queremos nada.
Yo sigo en los negocios, pero quiero renunciar a la organización, quizá no tenga salida, o quizá tenga la suerte de Ryosuke y me dejen ir, pero se que mi abuelo no lo permitiría. No dejaría la organización en manos de In Hu y de mi tio.
Yo honestamente, me siento agotado y quiero deshacerme de todo.
—Dak Ho —Summer entró a la cocina, se nota que ha llorado.
—¿Estas bien?
—Hay algo que quiero decirte —se acercó a mi—, es importante.
—Claro, te escucho.
—Estoy embarazada —detuve mi acción al escucharla.
—¿Que?
—Mira —me entregó una prueba de embarazo—, me la hice hoy.. Dice positivo.
No dejaba de mirar aquella prueba, me quedé completamente helado al ver esto en mis manos.
—Por favor dime algo —la escuche llorar.
—Yo no... —la mire— No se que decirte Summer.
Salí de la cocina y me dirigí a la sala, mi respiración se acelero un poco. Tenía que calmarme, m****a, m****a.
—Dak Ho —mire a Summer—, por favor di algo, me estoy muriendo de los nervios.
Y justo cuando pensé que todo no podía estar peor, mi abuelo estaba entrando a la mansión junto con mi tio. Frunció el ceño al verme a mi y a Summer.
—Dak Ho ¿que pasa?
—Abuelo —le hice una reverencia—, no te esperaba aquí.
—Pues quería venir a verte —lo sentí acercarse—, derecho hijo —lo mire— ¿quién es esa mujer?
—Es Summer, ella es...
—¿Tu novia? —la miro y ella asintió— Vaya, es un placer muchacha, me llamo Kang Dak Ho.
Fue hasta ella para estrechar su mano y darle un par de palmadas a estas.
—El placer es todo mío señor Kang.
—¿Por que los noto tan tensos? —me miró— ¿Que es eso?
Mire la prueba de embarazo, el vino hacia mi y me extendió la mano, yo no tuve mas remedio que dársela.
—¿Estás embarazada? —miro a Summer— No pienses en mentirme muchacha.
—Si señor —dijo ella nerviosa—, lo estoy.
—Dak Ho —me miró con decepción— ¿Como se te ocurre embarazarla sin siquiera casarte? ¿Estas loco?
—Abuelo, yo..
—Tu nada —me dijo realmente molesto—, por primera vez acabas de decepcionarme.. No pienso permitir que el apellido de nuestra familia se manche por tu culpa. Te vas a casar con esta muchacha.
—¿Que? Pero abuelo.
—Callate Dak Ho, no piensas dejar a esta mujer sola ¿no? —negué— Eso pensé, está decidido, te casarás con ella.
Maldita sea.
Mire hacia las escaleras, Ryosuke venía aplaudiendo mientras bajaba las mismas.
—Felicidades a la pareja —sonrió de lado—, serás papá, amigo —rió.