El reflejo en el espejo no le devolvía seguridad. Solo una pregunta: ¿Qué estás haciendo?
Aitana alisó con cuidado el vestido de seda azul, que había elegido para disimular la curva suave, inevitable, de su vientre. No era un vestido nuevo, pero lo sentía diferente. Ella ya no era la misma.Se puso unos aros pequeños, recogió el pelo en un moño bajo y se miró una vez más. El maquillaje era sencillo, apenas lo justo. Le temblaban las manos. Había pasado más de una hora decidiendo si ir o no. Y aún no estaba segura de que la decisión fuera la correcta.Glow celebraba su evento anual. El tipo de evento donde se estrechan manos para cerrar contratos, se hacen stories entre risas forzadas, y se posa como si no doliera nada. Aitana sabía que no era bienvenida. Pero también sabía que su ausencia sería más comentada que su presenci