53. Fuera de Alcance
Roxana
El coche se detuvo con brusquedad en la entrada del hospital. No recordaba el viaje excepto mis manos temblando en mi regazo.
—Roxana, llegamos.
Su voz me sacó del shock. Bajé del coche con las piernas que no respondían bien y vi a Alessandro rodear el vehículo. Tomó mi brazo y me sostuvo con firmeza para guiarme hacia las puertas automáticas.
El aire del mediodía me impactó con calidez, pero apenas lo registré.
En el ascensor, me abrazó. Su pecho se alzaba y bajaba contra mi espalda, y por un momento me permití apoyarme en él y tranquilizarme un poco, porque solo quería gritar, tener el poder de teletransportarse para llegar cuanto antes ante mi hijo.
En cuanto llegamos al tercer piso sentí la distancia que puso Alessandro entre los dos. Cuando alcé la vista, me di cuenta de que fue porque Valentino estaba con el Dr. Carpio.
Valentino se aproximó despacio. Tenía la cara demacrada por la tensión de las últimas horas, y para mi sorpresa, cuando vio a Alessandro, sus ojos se llen