54. Bajo Observación
Roxana
Me acerqué a la ventana de la habitación de Andrea y activé el intercomunicador. Andrea dormía con la respiración pausada mientras los equipos médicos emitían pitidos constantes que confirmaban su estabilidad.
—Mañana todo va a salir bien, mi amor. Mamá va a estar aquí todo el tiempo.
Mi voz se filtró a través del sistema hacia el interior del área de aislamiento. Andrea no respondió, pero tenía la esperanza de que si me escuchaba o me veía en algún momento sabría que no estaba solo.
Valentino permaneció en silencio detrás de mí, con las manos en los bolsillos mirando a través del cristal.
La distribución del lugar me permitía observar el área de donantes desde aquí. Alessandro estaba en su cama al otro lado del pasillo, conectado a indicadores similares que monitoreaban su estado.
—Voy a avisar a mis padres y volveré más tarde con ropa. Envía un mensaje si quieres algo específico —dijo Valentino—. Elena también debe saberlo.
Asentí sin apartar la vista de Andrea, pero tomó mi