578. CONTINUACIÓN
FABRIZIO:
Ellie comienza a dar fuertes gritos, sintiendo que el peso de las miradas se mueve hacia ella ahora, la hija de Roberto. Su vientre la hacía ver vulnerable. Pero en sus ojos había algo que ni la más encadenada de las almas podía disimular: odio.
Al ver cómo Giovanni, "el Manitas", se gira hacia ella con el ceño fruncido ante sus gritos, se desmaya.
—Por favor, no le hagan nada —grita Jarret al ver cómo Giovanni se acerca—. Ella no tiene la culpa de nada, ni mis hijos tampoco.
Todas las miradas se fijan en él ahora. Los Garibaldi tienen también muchas preguntas sin respuestas que quieren obtener de Jarret. Al notar que su debilidad es Ellie, Giovanni la deja y se le acerca despacio.
—¿Por qué declaraste que habías asesinado a mis padres cuando en verdad los habías raptado? —pregunta Giovanni.
El silencio pesaba como una lápida. Jarret dio un paso atrás, mirando a Giovanni con los ojos bien abiertos, cada fibra de su cuerpo tensa, pero con ese destello de astuci