Su grito alerta a los demás, dándome el tiempo que necesito para escabullirme hacia una posición más elevada. Mi corazón late fuerte, pero mi mente está clara; este es tan solo el primer movimiento de la partida. Los llevo en dirección contraria a donde corre Mateo con mi Cielo; ellos caen en mi juego y me persiguen.
Por largo rato nos mantenemos así hasta que siento que me dan un tiro en un pie. Ruedo por una pendiente hasta caer al vacío. Mi último pensamiento es para mi esposa y sus lindos ojos verdes llenos de lágrimas, mientras un flash de luz rompe la tranquilidad de la escena. Un helicóptero aparece y comienza a barrer el área con un reflector. El sonido de las aspas corta el aire y, mientras caigo desde gran altura, no puedo distinguir si es de los nuestros o de quienes quieren atraparme. La caída es violenta, lo que hace que pierda la conciencia por