Miro a Gerónimo de reojo mientras ella habla y veo cómo se encoge ligeramente en su asiento, como si cada una de sus palabras perforara las murallas que tanto esfuerzo le cuesta mantener erguidas. Sé que quisiera ser el fuerte para mí, pero yo no necesito un protector; necesito un compañero.
—¿Por qué quieren viajar? —pregunta Eliza, rompiendo de nuevo el silencio.El sonido de su pregunta llama mi atención, y por un segundo me quedo atrapada en la respuesta. Gerónimo responde primero.—Creo que Cristal necesita cambiar de aire. Este lugar, los pasillos, las habitaciones... todo aquí le recuerda lo sucedido —explica y luego agrega—: Y a mí también.Eliza asiente con comprensión, y siento cómo su mirada se desliza hacia mí, como esperando alguna confirmación.—Es cierto —respondo, bajando la mirada&mda