Cristal hundió el rostro en su pecho, buscando consuelo entre los latidos acelerados del corazón de Gerónimo. Él no dijo nada más por un momento, simplemente la sostuvo en un intento silencioso de protegerla de una tormenta que, sabía, tarde o temprano los alcanzaría.
—¿Y el detective Colombo? —preguntó finalmente, rompiendo el silencio. Aferrándose a las manos de Gerónimo, como si temiera soltarlas—. ¿Qué es exactamente lo que está investigando?—No tengo idea. El tío Colombo es un detective meticuloso; no dirá nada hasta estar completamente seguro. Pero parece que ha encontrado un secreto que mamá pensó que nadie descubriría. —Hizo una pausa y apretó la mandíbula antes de continuar—. Si tiene razón, esto podría cambiarlo todo.—Señora Garibaldi, la llama su he