★ Emily
La brisa fría de la noche mecía suavemente las cortinas de mi habitación. Me apoyé en el balcón, observando cómo las sombras se deslizaban entre los árboles. El cielo estaba despejado, y la luna iluminaba todo con un resplandor plateado. Sin embargo, no era el paisaje lo que mantenía mi atención fija. Era la silueta que emergía desde el bosque, moviéndose con paso decidido hacia la casona.
Era mi madre.
La reconocí de inmediato. Su presencia era inconfundible, fuerte y serena, pero había algo diferente en ella. Algo más tranquilo, menos tenso. Me incliné un poco más, con el corazón latiendo rápido.
De repente, desapareció.
—¿Mamá? —susurré, antes de sentir un suave golpe de aire a mi lado.
Giré bruscamente, y ahí estaba. Su cabello caía sobre sus hombros y sus ojos me observaban con calma.
—¿Todo está bien con papá? —pregunté de inmediato. La pregunta se deslizó antes de que pudiera detenerla.
Su expresión se suavizó. Sus labios se curvaron apenas en una sonrisa cansada.
—Sí,