Una Salida
Evan observó a Aurora con detenimiento, su rostro permanecía sereno, pero sus ojos mostraban un brillo de tensión contenida. La joven estaba temblando, abrazada a Harper, los sollozos apenas contenidos entre su pecho y el de su amiga.
- Aurora, - comenzó Evan con voz baja, medida, casi como si midiera cada palabra - sé que todo esto ha sido demasiado. Te han arrebatado la tranquilidad, te han empujado a lugares que no merecías. Pero puedo ayudarte.
Aurora levantó la cabeza, sus ojos rojos y húmedos encontrándose con los de él. Un escalofrío recorrió su espalda; había algo en la calma de Evan que, al mismo tiempo, resultaba inquietante.
- Puedo llevarte a mi casa en Jersey Shore. - dijo Evan, cuidadoso, midiendo la reacción de la joven - La mitad norte de la costa es parte del área metropolitana, pero está tranquila, f