El Desafío De HastingsEl despacho de Callum Whitaker, CEO de Whitaker Holdings, ocupaba el último piso de la torre más alta de Manhattan, una estructura de acero negro y cristal que se alzaba como una lanza entre los rascacielos. El edificio entero era la sede de Whitaker Holdings, un conglomerado que controlaba más del 60% de los grandes almacenes del país y desde allí se manejaban más de ochenta marcas, cadenas de tiendas y activos inmobiliarios.El despacho no era solo una oficina; era una declaración.Paredes recubiertas de mármol blanco veteado con oro, un suelo de madera oscura pulida a mano, cortinas de lino plateado que se abrían por comando de voz. Frente a su escritorio de ónix se alzaban ventanales que daban al río Hudson y más allá, a los límites invisibles del país que ayudaba a controlar.Callum se encontraba de pie, con el saco apoyado sobre el respaldo de la silla y las mangas de su camisa blanca remangadas. De cabello castaño oscuro, corto y bien cuidado, usualmente
Leer más