POV de Clara
El silencio después de la explosión fue más aterrador que el ruido del fuego.
Todos quedaron inmóviles.
El suelo aún ardía bajo mis pies, el aire olía a metal, y los últimos destellos de luz en mi piel se apagaban lentamente.
Yo seguía de pie en medio del campo, con las manos temblando.
Roderic y Gira yacían inconscientes.
Lyra se sentaba en el suelo, tosiendo.
Juan intentaba levantarse, tambaleante.
Y Hugo...
Estaba a unos metros de mí, el rostro sucio, la sangre seca en la sien.
Pero sus ojos… seguían iguales.
Llenos de algo confuso: miedo, culpa y eso que ni siquiera quiero llamar amor.
No quiero mirarlo.
No puedo.
—No quiero escuchar tus explicaciones —dije con voz plana.
—Clara—
—No digas mi nombre.
Da un paso hacia adelante, pero levanto la mano.
—Das un paso más, y lo quemo todo.
Se detiene.
No por miedo, sino porque sabe que hablo en serio.
—No quise matarla —dice en voz baja—. Sofía intentaba—
—¿Intentaba salvarte? —lo interrumpo—. ¿Y tú la mataste?
Traga saliva.