POV de Hugo
El Consejo se mueve rápido.
Puedo sentir la vibración de su energía incluso a kilómetros de distancia: como un relámpago silencioso.
Desde que Clara despertó anoche en el bosque, el mundo lunar ha empezado a resquebrajarse.
El cielo está demasiado brillante para esta hora.
La luz de la luna aún persiste aunque el sol ya haya salido.
Eso nunca es buena señal.
Estoy en el balcón de la casa principal, mirando hacia el este.
Allí, una niebla espesa se eleva desde el bosque.
Clara está abajo, con Juan y Lyra.
Erica los sigue de cerca; dice que la enviaron para vigilarlos, pero sé que tiene otros motivos.
Erica nunca soportó que otra mujer pudiera hacerme perder el control.
Rivens murmura en mi cabeza:
“Llegamos tarde. Ya saben dónde está.”
Contengo la respiración. —Si te dejo salir, los muertos no serán solo los del Consejo.
“Si no me dejas salir, la muerta será ella.”
Golpeo la barandilla del balcón hasta que la madera se astilla.
El aire cambia a mi alrededor, como si el mund