Desnuda, salió al bosque, el pasto húmedo acariciaba sus pies como una bienvenida ancestral, el aire olía a tierra mojada, savia fresca y luna llena.
Caminó sin rumbo fijo, guiada por un impulso más antiguo que la memoria, la luna se reflejaba sobre el lago, blanca y perfecta, como un espejo que la desnudaba desde adentro.
—¿Soy una mujer enamorada… o solo un monstruo sediento que quiere su sangre? —se preguntó en voz baja, temblando.
Recordó todo lo que Jacob había hecho por ella hasta ahora, sin pedir nada a cambio, y cada beso, cada caricia cobraron un nuevo sentido en su memoria.
"Esto es amor... profundo, verdadero. Y duele, porque también significa arriesgarlo todo."
Las lágrimas rodaron por sus mejillas heladas, cerró los ojos y susurró al viento.
—Sí quiero casarme contigo… pero temo destruirte.
"Porque amarte me acerca a lo que fui, pero también me expone a lo que soy... una criatura que devora lo que ama si no aprende a detenerse. ¿Y si un día no puedo? ¿Y si el amor no bast