Mundo ficciónIniciar sesiónAl llegar a mi habitación, encontré a Catherine dando vueltas frenéticamente de un lado a otro. Sus manos se retorcían con nerviosismo mientras murmuraba palabras ininteligibles.
—¿Qué estás haciendo? —pregunté, cruzándome de brazos al ver su evidente estado de preocupación. En cuanto me vio, corrió hacia mí, con el rostro desencajado. —¡Señorita! —exclamó—. ¿Qué sucedió? ¿Está bien? Dígame que no le hicieron nada. ¡Le advertí que no molestara al joven Nora! Estaba tan preocupada… pensé que no volvería a verla. Levanté una mano, intentando calmarla antes de que su pánico empeorara. —Cálmate, Catherine. Estoy bien, como puedes ver. No pasó nada grave. Mis palabras lograron detenerla poco a poco. Respiró profundamente, como si hubiera contenido el aire todo ese tiempo, y al fin dejó de caminar en círculos. —¿Entonces qué ocurrió al final?






