Mundo ficciónIniciar sesiónEl bosque estaba cerca.
La oscuridad se volvía más densa a cada paso, y aunque normalmente me habría aterrorizado adentrarme en ella, esa noche sus sombras eran nuestra única salvación. Solo unos metros más.Solo un poco más. Corrimos con todas nuestras fuerzas, cada músculo de nuestro cuerpo gritando por descanso, mientras las ramas bajas nos azotaban la cara y los brazos, y las raíces ocultas bajo el barro parecían querer atraparnos. El bosque parecía tener vida propia, como si quisiera devorarnos, pero el miedo a lo que dejábamos atrás era más fuerte que cualquier obstáculo. La tormenta se había desatado por completo. La lluvia caía en cortinas gruesas que golpeaban con fuerza, arrastrándonos y empapando hasta los huesos. Cada trueno hacía que nuestro corazón diera un vuelco, y los relámpagos iluminaban por instantes la maraña de árboles, proyectaban sombras que se retorcían como fantasmas






