Joel O'Brian es un universitario a punto de terminar la carrera cuando por petición de su mejor amiga tendrá que ir a entrevistar a un tal Dominic Bale.
Leer másLa luz se hizo en el enorme vestidor.
Un hombre alto, de brillante cabello negro, ojos verdigrises y en ajustados bóxer negros, echa una ojeada por todos sus trajes.
No hay ninguno que destaque más que otro pues todos son de un apagado gris plomo o negros como la noche.
Dando varios pasos se plantó ante una de las muchas hileras para paseando los dedos por cada uno de sus trajes, escoger uno.
Sacándolo de la percha salió del vestidor y apagó la luz.
Despacio comenzó a vestirse, empezando por la camisa blanca.
Después se coló los pantalones.
Pulcramente metió los faldones de la camisa por dentro de éstos para después abrocharlos.
Una vez se calzó anduvo hacia un espejo de cuerpo entero y se miró en él.
Abotonando, uno por uno, los botones, dirigió la mirada hacia donde guardaba sus corbatas y caminó hasta la cajonera para abrir el primer cajón.
Montones de corbatas, todas ordenadas según la tonalidad de gris o negro, aparecieron ante sus ojos.
Escogió una y regresó frente al espejo.
Colocándosela alrededor del cuello de la camisa comenzó a anudarla.
En segundos estaba listo.
Acercándose a la cama cogió la chaqueta y se la puso.
Se alisó un par de veces mientras que, mirándose al espejo evocó una
tenue sonrisa diciéndose:
-Perfecto-
Luego abandonó el dormitorio.
Con paso firme bajó las escaleras hasta llegar al amplio salón.
Cruzándolo alcanzó su maletín al vuelo, el cual reposaba en el mismo sofá.
Caminando hacia la puerta principal salió de su dúplex.
Una vez en la calle, un coche negro y un tipo con pinta de chófer le esperaban.
Quitándose la gorra, el chófer saludó al otro:
-Buenos días, señor Bale-
-Buenos días Ian- respondió el moreno abriendo la puerta trasera para subir al coche.
Ian, rodeando el morro del coche, subió al asiento del conductor, arrancó y se alejó de allí.
Alguien llamaba a la puerta de su pequeño apartamento.
Entre estornudos y quejidos, la chica llegó ante ésta y abrió.
Un joven apareció delante de sus narices.
-Gracias por venir...a...atchús- estornudó ella.
-Estás hecha una pena- sonrió el otro.
Haciéndole un gesto con la mano, la chica le hizo entrar a lo que éste, obediente, la siguió.
-Necesito que me hagas un fa...fa...a...atchús...favor- desplomándose en el sofá, la chica miró al joven.
-Tú dirás - empujó a hablar el chico.
-Verás, ¿Recuerdas que estaba emperrada en entrevistar a Dominic Bale?-
-Ese es...¿Uno de los accionistas que subvencionan nuestra facultad, no?- inquirió el otro.
-Mas...más que "un accionista" es el "ACCIONISTA" ...a...a...atchús...de nuestra facultad - explicó ella.
Limpiándose la nariz prosiguió diciendo:
-A lo que iba, pude concertar una ci...i...atchús...cita con él -
-¡Genial!- exclamó con alegría el joven.
-Je, no, nada...nada de genial...atchús...ay Señor...- ella volvió a limpiarse la nariz.
Mirando al chico repuso:
-La cita es para hoy y mira como he amanecido-
-Oohh, lo siento mucho, de verdad Holly- se lamentó él.
-Joel, yo...me...me gustaría que...si no te importa y puesto que has acabado tu...tesis...me...me preguntaba si tú podrías ir en mi lugar -
-¿Que yo qué?-
-Por favor Joel, es una oportunidad de oro, no...no te lo pediría si no fuera importante - Holly le miraba con ojitos tristones.
-Ho-Holly yo no estoy en el periódico de la facultad -
-Eso no importa -
-¡Yo no tengo ni idea de hacer una entrevista!- exclamó nervioso Joel.
-No...no tienes de qué preocuparte, mira- levantándose de un brinco, Holly se apresuró hacia la mesa donde tenía montones de papeles desperdigados.
Encontrando el que quería regresó junto a Joel.
-Las preguntas te las doy yo, tú solo tienes que leerlas y...grabarlas- la chica puso una grabadora en su mano.
Joel, pasmado, miraba el papel y la grabadora.
-Holly, no...no sé si sabré...-
-¡Por favor, por favor, por favor!- suplicó ella que agarrándole del rostro, imploró -Me juego mi matrícula de honor, esta entrevista hará que Harris me otorgue la nota más alta y me sumará puntos para dedicarme a lo que quiero -
Joel se mordió los labios.
-Y...¿Y si la pifio? Y...¿Y si no quiere que le haga yo la entrevista porque te espera a ti?- inquirió seriamente.
-Estoy segura que no pondrá pega alguna- angustiada, Holly repetía sin cesar -Por favor, por favor, dime que lo harás, por favor-
Rodando los ojos, Joel resopló y contestó:
-Está...está bien, iré a hacerle tu entrevista-
-Gracias, gracias, eres un sol- echándose a su cuello, Holly se abrazó a éste -Eres un amigo -
-Sí, sí, a qué hora quedaste con él y en donde-
-A las once y tienes que ir a su oficina-
-¿¿A las once?? ¡Holly, eso es dentro de dos horas!- se alarmó Joel.
-No te preocupes, no queda lejos- sonrió ella.
-¿A no?- se extrañó él.
-No, tiene...es...es el gerente de la empresa Holding Gates & Bale-
-¿Es...es el dueño de...Hol...Holding Gates & Bale?- se asombró Joel.
-Er...sí -
-¡Madre mía!- jadeó el joven.
-Tú...sé educado, amable y céntrate en las preguntas ¿Eh?- forzó una sonrisa Holly.
Poniéndose en pie, Joel aseveró:
-Que conste que lo hago porque eres mi amiga que si no lo iba a hacer tu madre-
-Lo sé, lo sé, y de veras que te estaré eternamente agradecida- asintió ella.
-Eso no te quepa duda- caminando hacia la puerta, anunció -Me voy o como me espere no encuentro aparcamiento-
-Este viernes te invito a lo que quieras- dijo la chica.
Joel giró la cabeza.
-Pues ya puedes estar preparando pasta porque te voy a desangrar- y tras decir ésto, salió del apartamento.
Holly, más contenta que unas pascuas, se sintió mucho mejor.
El taxi se detuvo frente al bloque donde vive.Joel pagó la carrera al taxista y saliendo del coche, se adentró al bloque.No llegó al ascensor sino que, dejandose caer hacia el suelo a través de la pared junto a la puerta principal, se cubrió la cara con ambas manos...Y rompió a llorar.Le dolía.Había sido poco tiempo pero fue suficiente como para caer rendido del moreno.Descansando el rostro sobre sus rodillas, se dijo en voz baja:-Solo lo pasaré mal el primer mes, después lo olvidaré-Permaneció un rato más allí, encogido y sollozando...Bale entró al duplex.Sin preocuparse en si lo rompía o no, lanzó el móvil bien lejos.Lo oyó hacerse pedazos pero no le dio importancia.Plantándose ant
El agua tibia le limpia el cuerpo.Sentirla caer sobre su herida espalda le hace dar siseos de dolor.Se apoya contra la pared de azulejos de la ducha dejando caer su rostro.Sabe que parte de la culpa de lo que ha pasado es suya por pedir a Dominic que le enseñe lo que es el límite...Y depositar su confianza en él.Y ahora tiene miedo.Teme que el moreno, en una de sus nimias sesiones de jueguecitos perversos se le crucen los cables y vuelva a atentar contra él.Por eso mismo ha tomado una decisión.No va a quedarse allí con él.Ya ha probado aquella cosa del BDSM.Ya sabe algo más con respecto al sexo no convencional.Y aunque está irremediablemente enamorado del azabache, prefiere poner distancias de por medio.Limpiándose las lagrimas, que se mezclaban con el agua, suspiró con pesar:-Es...es lo mejor, sí, fue...fue bonito mientras...duró-Dominic no deja de mirar hacia las escaler
Estaba preparado.Expectante a lo que iba a suceder.Dominic, tras él, sostenía en una de sus manos, un látigo de cuatro lenguas.Las hizo restallar varias veces, provocando que Joel se estremeciera al oír cómo cortaban el aire.-Te lo vuelvo a repetir- habló el moreno -No olvides decir la palabra-Tragando saliva, el castaño se sentía nervioso y asustado a partes iguales.¿Por qué su empeño en que dijera la palabra?Nunca había tenido que usar ninguna desde que empezó con aquello por lo que no veía congruente el afán por parte de Dominic en que la dijera.Levantando la mano donde sujetaba el látigo, Bale se dispuso a comenzar...Y asestó el primer golpe.Joel se quedó traspuesto.El latigazo aquel no era como los demás.Era el primero y ya le dolía.Pero se mantuvo firme.Bale volvió a golpearle, ésta vez con más fuerza, llegando a cortar la piel de la espalda del chico.Joel de
El ascensor abrió las puertas para dejar salir al moreno.Éste, quitándose la corbata y soltando el maletin a un lado, descubrió al castaño esperandole de pie junto al enorme ventanal.Joel se giró en cuanto escuchó el sonido del ascensor viendo al moreno aparecer ante sí.-¡Vaya!- exclamó Bale al verle vestido con el traje que se negó a vestir para la cena con su familia.Joel se dio media vuelta permitiéndole que le viera mejor.-¿Qué tal...me veo?- preguntó no muy seguro.No estaba acostumbrado a vestir con tanto glamour y elegancia salvo cuando era de extrema obligación.Dominic dio unos pasos hacia él.Despacio.Como si tanteara el terreno.Le miraba con detenimiento.Recorriendo su cuerpo de arriba abajo.Hasta que llegó junto al chico.
Procurando mantenerse ocupado, Bale intentaba que la petición del joven no le hiciera sentirse como un monstruo. Temía equivocarse y perderlo por volver a repetir lo que una vez le pidieron. Nunca había sentido miedo por tener que traspasar la línea del placer y volverlo dolor pero con Joel intuía que no traería nada bueno. Pero...Él se lo había pedido ¿No? De eso constaba lo que practicaba, de complacerle...¿No?-Estás sacando conclusiones sin saber, Dominic- se dijo en voz alta.Aún así, un extraño reconcome de entrañas le apareció en el estómago y no desapareció en todo el día. -"¿Qué tal lo llevas con don Perfecto?"- le preguntó Holly a su amigo. Joel la había llamado para hablar con ella. Tumbándose en el sofá, miró fijamente el techo y respondió:-Si te soy sincero nunca pensé que a mí me pudiera pasar ésto --"¿El qué?"- indagó ella. Joel hizo una pausa y volvió a decir:
Destapados y despiertos, ambos se miraban entre ellos.Joel, colocándose mejor, estiró una mano y acarició la mejilla del hombre.Bale hizo lo mismo pero en uno de sus muslos.Bruscamente lo agarró y se lo aposentó sobre su cuerpo haciendo que Joel diera un sobresalto pero se calmó al sentir la mano del moreno pasearse por una de sus nalgas.-¿Qué tal te ha resultado después de tener una bala anal dilatándote?- preguntó Dominic.Tragando saliva, el joven contestó con total sinceridad:-Que no volveré a asustarme cuando decidas meterme otra-Esbozando una sonrisa de satisfacción, Bale arrimó su boca a la suya y ronroneó:-¿Lo ves? Empieza a gustarte lo que te hago- dándole un tierno beso, volvió a murmurar -Y te aseguro que terminarás pidiéndome que te domine...nene--De...de momento te pido que me...beses...por favor, bésame Dominic-El hombre no se negó a complacerle sino que, aproximando sus labios a los suyos, besó apasi
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