Mundo ficciónIniciar sesión—¡Ella no lo hizo porque quiso! —grité con toda la fuerza que me quedaba—. ¡Su madre estaba en peligro! ¡Su hijo también! ¡Estaba desesperada, Nora!
—¡No me interesa! —rugió él, y el eco de su voz retumbó en las paredes como un golpe. Catherine, en el suelo, emitió un gemido débil, como si el sonido mismo la atravesara—. No importa la razón. La traición es traición. No voy a arriesgar tu vida por compasión hacia alguien que te envenenó. Su tono era un muro.Implacable.Inquebrantable. Yo di un paso hacia él, temblando, con los puños cerrados y el corazón desbordado de rabia y tristeza. —¿Tan poca importancia tiene para ti? —mi voz apenas fue un susurro ahogado, pero cargado de incredulidad—. ¿Así de fácil puedes decidir quién vive y quién muere? Nora no respondió. Solo me miró. Y ese silencio f






