Capítulo 31: Lo inesperado.
El olor a comida recién hecha despertaba a Lorenzo esa mañana, huevos, tocino, quizás pan, no tenía idea bien que era exactamente aquel olor, pero, aun así, era delicioso, abriendo sus ojos, rápidamente noto la ausencia de Victoria y Liam y William en su cama, levantándose apresurado, salía en ropa interior hacia la cocina, lugar de donde provenía aquel delicioso aroma.
— Buenos días, desperté temprano y salí rápido a comprar algunos alimentos, tu nevera estaba vacía y supongo que como todo ser humano, el dios del infierno necesita desayunar. — dijo Victoria con una sonrisa.
— Hola señor super héroe Lorenzo, mami nos hizo wafles, pero para ti también hizo huevos y carne. — saludaban Liam y William quien ya se encontraba desayunando.
Lorenzo se sentó en el comedor sorprendido, Victoria colocaba un plato con huevos fritos, tocino y pan tostado frente a él, así como una gran jarra de café; esa era la primera vez que la cocina en su departamento era utilizada por una mujer, el, por supues