Capítulo 63: Una vieja historia.
Mirando la tranquilidad en el rostro de su amada, pensamientos viejos volvían a Lorenzo; recordó aquel momento en que su madre le pidió que, cuando se enamorara, tratase a su amada como si fuese una delicada rosa, sin nunca olvidar las espinas que tendría, en sus palabras, una rosa era hermosa y delicada, sin embargo, no estaba indefensa, la rosa se defendía de quienes querían arrancarla pinchando la mano de quien la agredía.
Aquella hermosa mujer que dolería siempre, nunca perdía oportunidad para recordarle que debía honrar a la mujer que eligiera como su esposa, amarla y apoyarla, siempre pidiéndole no ser como era su padre, y el, le prometió ser un buen hombre y jamás lastimar a una mujer, mirando un momento a las rosas que estaban decorando aquella estancia donde le había hecho el amor a Victoria como esposos por primera vez, pensó en que las espinas que tuvo alguna vez su madre, no fueron suficientes para defenderse de aquel que la arrancó de raíz, sin dejar de mirar aquellas her