Kira se levantó, besó la mejilla de Iandra con sensualidad desmedida y extendió la mano a su supuesta "amiga".
—Tengo clases mañana, bebé. ¿Podríamos irnos? —le dice a Iandra mientras mira a Konstantin—¿puede el caballero pagar la cuenta? Que descanses bien "Joven Vólkov".
Konstantin la siguió con la mirada hasta que desapareció por el ascensor.
Iandra chasqueó la lengua cuando estuvo lejos.
-Guau. Esa fue una retirada triunfal. Te dejé pensando, ¿cierto?
—Ay amiga, esta noche, ese no duerme—se ríe.
Konstantin bebió lo que quedaba de su vino y aparentemente para sí.
—Que empiece la guerra.
Mientras buscan un taxi.
—¡Lo viste! ¿Viste tu cara? —exclama Iandra mientras caminaban por la acera, alejándose del restaurante.
—La vi —responde Kira, subiendo la cremallera de su abrigo—. Esa expresión de '¿qué demonios está pasando aquí?' no tiene precio.
Ambas soltaron una carcajada que resonó en la calle tranquila. Moscú estaba cubierta por una brisa fría, pero el ambiente entre ellas ardía de