"¿No sería este el momento perfecto para lanzar tu papel de zorra al foco público, Hanny? ¿Cómo afectaría algo así a tu esposo? Deberías ceder a la propuesta que te hice, mientras aún te doy la oportunidad".
Uní los labios en una fina línea apretada, mirando aquel texto lleno de implícita amenaza. En mis piernas cruzadas, mi bebé agitaba las piernecitas mientras comía, viendo como mi gesto se contraía y mi semblante se llenaba de inquietud.
Con desagrado y una sensación pesada en el pecho, recordé que el día que Sean me propuso deshacerse del contrato a cambio de que yo le diera una "pequeña pila de dinero"; esa vez yo corrí y lo dejé plantado porque me enteré sobre la existencia de la hija de Sabine.
Pero ahora él volvía a atormentarme con sus amenazas. Llevaba 9 años conociendo a Sean y sabía que no se quedaría quieto para dejar el tema de lado, pero tampoco imaginé que sería capaz de ponerme entre la espada y la pared.
Apagué el celular y me quedé mirando largo rato la pantalla osc