41. Las cosas cambiaron
Polina despertó cuando el teléfono de Marco sonó, lo escuchó hablar en italiano antes de salir de la cama con cuidado como si no quisiera despertarla.
Pudo sentir sus ojos fijos sobre ella antes de finalmente salir de la habitación.
Solo después de escuchar la puerta cerrarse detrás de él, Polina suspiró.
—Tengo que aprender italiano, seguramente vas a aliarte con tu padre para hablar y dejarme fuera de los chismes —murmuró bufando mientras que se tocaba el vientre.
Comenzaba a aburrirse en esa habitación sin Marco, no quería admitirlo pero se sentía demasiado segura con él a su alrededor y estar lejos le llevaba a ansiarlo.
Sin embargo, no se quedó sola por demasiado tiempo.
La puerta se abrió de repente y el susurro de varias voces le llamó la atención.
Su mirada se dirigió a los recién llegados y Polly sonrió al ver a su mejor amiga en medio de todos.
Ella abrió los brazos y Satarah casi corrió hasta Polina para abrazarla con cuidado.
—Mierda, ¿Cómo te sientes, Polly?
Rashel y Nata