Satarah se había quedado dormida en algún momento de la noche después de que la ginecobsetra hubiera ido a revisarla diciéndole que todo estaba bien, tal y como ella pensaba. Entendía que Dimitry se preocupara porque básicamente era un padre primerizo, no había estado durante su primer embarazo pero ahora las cosas eran diferentes.

Antes de caer dormida en el sofá de la sala a la espera de las noticias que los hombres de Dimitry hubieran llegado sanos y salvos en especial su padre y Valerik había escuchado que todo había salido bajo lo previsto.

Dimitry la había llevado cargada a su habitación y había vuelto con sus hombres para escuchar el desenlace de lo que había sucedido durante la misión y al saber que todo estaba perfecto se acostó con su esposa.

Tarah despertó a Dimitry con el roce de sus labios por la piel de su cuello, dejando un reguero de besos a lo largo de este haciéndolo gemir enseguida aturdido por el repentino asalto.

Ella enseguida alzó la cabeza y al ver los ojos cel